

LOCO DE CUARTEL
Moribundo y lanza en ristre se creía un valiente guerrero, tenía sangre en sus manos y en su rostro, había luchado hasta el último latido, se creía un ejército indomable, un batallón de artillería entero y estaba solo contra la adversidad.
A Romero lo miraban por la ventana revolcándose contra sus enemigos, el Doctor Mefistoles se conmovía mirando como su paciente enfrentaba frente a frente a sus enemigos, como sacudía las flechas enemigas, como el veneno que le inyectaban le daba más fuerzas para su combate, no le dolía solo sus ojos miraban hacia un horizonte incierto.
En su bunker alucinaba con los campos verdes, limpios de enemigos, con el sol y la libertad, mientras tanto en su adversidad planeaba el siguiente encuentro con sus sueños, sus ancestros lo bañaban de fuerza, lo acompañaban en su horizonte.
Romero se encontraba acuartelado ya faltaba poco para ganar la batalla diaria, las heridas las curaba con sangre fría, las miraba y su corazón se ensanchaba, la soledad era su mejor compañera.Sin darse cuenta Romero yacía dormido en su cama, tranquilo, ya había luchado y alucinado su batalla diaria, la enfermera entregaba su turno, el médico colgaba su bata…
El manicomio quedaba vacio.
SAVRA
3 comentarios:
Hey Chinaski esta bacana la historia, y yo se que no te importa pero una historia muy bacana de manes en el manicomio esta en el libro "Medellin Secreto" publicado por la hoja de Medellin hace como 10 años, ese man estuvo como tres dias en el manicomio y le hicieron su buen capitulo en el libro, vale la pena leerse eso.
Yo iva de visita al manicomio de Bello hace 20 años, siempre me parecio que el que hizo ese manicomio estaba loco, o sino estaba loco por lo menos los comprendia muy bien y los queria mucho, ese lugar se me hacia una especie de paraiso para los locos, con esas mangas infinitas, era muy bacano.
Hay un texto de Victor Gaviria en el manicomio que me parece muy bacano, me voy a tomar la libertad de copiarlo aca, es de un tío visitando a un sobrino en el manicomio.
"En la escalinata con baranda del pabellón, mi tío ha dudado con la cabeza ladeada, repentinamente impaciente y vivaz, y ha devuelto sus pasos. El timbre suena lejos. Ya sabe lo que dirá. También el se canso de joven como mi hermano. Leyó hasta tener la mente facil para los demonios, destruyo algunas cosas, no sabe cuales. Pero fue al rio algunas tardes, a nadar, a pescar, a oir distraido las corrientes de la superficie, y las corrientes mas profundas, en espiral, las tormentas que hay en el fondo del rio. Y si esto no le basta, podra ir al lugar donde bajan los rapidos y el agua salta atronadora y, sin que nadie le vea, gritar cualquier cosa, palabras sueltas, cantar por encima del ruido, aullar. Y los pensamientos que no tienen dueño se iran.
Cuando su sobrino se acerque de nuevo, mi tío le susurrará al oído que nada es mejor que la orilla de un río para sus sufrimientos, que el vasto río Cauca le aliviará.
Y así será. Viajarán hasta allí. Y volverán. Y luego se marcharán de nuevo."
Ese texto esta en el libro "El pulso del cartografo", tambien esta en un libro que se llama "El tio Miguel".
Esta bacano el txto JDV, te cuento que to he visitado laq clinica siquiatrica de la ceja y es lo mas deprimente que hay, que pesar caer en ese estado de locura.
Ve mijo como va la esatua? juka ya mando el diseño?
Bueno el cuento, yo hace años escribi un cuento sobre el manicomio: "Cuando eramos sanos"
Pero viejo como es eso que " Enfrentaba frente a frente a sus enemigoss" pula la redaccion de ese pedazo.
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